Piangüita-Buenaventura: Puerto Fiel al ´Pescao`



La aventura empieza hojeando el libro de German Patiño Ossa ´Fogón de Negros- Cocina y cultura en una región Latinoamericana”; En este libro con tintes históricos y documentales, se guarda un compendio de la historia de la cocina del Pacifico colombiano, en especial del Valle del Cauca adentrándose en el arraigo cultural que estableció una época trágica como la esclavitud cuando desde África llegaron sabores que se mezclaron en un mestizaje gastronómico que transformaría la manera de comer en esta región del mundo, basando la alimentación en el ´Pescao´ y el plátano. 
Eran las seis de la mañana y desde Cali en moto mi destino era el Bello puerto de mar de Buenaventura, con una gran compañía se tomó rumbo en la vía al mar, que deparándonos bellos paisajes algunos fríos pero en su mayoría del calor propio del Pacifico, después de atravesar muchos túneles y a pocos minutos de llegar después de dos horas de viaje se vislumbraba desde la carretera el océano que alguna vez navego Vasco Núñez de Balboa. 
El Pacifico descubre ante nosotros una pobreza material que se contrasta con las riqueza cultural y natural, el recibimiento a Buenaventura lo hace un arco amarillo que te avisa que estas en el Puerto Grande de Colombia, esto en referencia a que es el principal puerto que tiene Colombia, su ubicación geográfica, su conexión con diferentes puertos y su cercanía al Canal de Panamá hacen de este un motor de desarrollo económico que a su lugar no contrasta con las casas en madera ubicadas en zonas donde el desarrollo se quedó estancado en el tiempo.



Centro de Buenaventura
Atravesar el puente del Piñal te da aviso de que entras a la Isla de Cascajal, un pedazo de tierra desconectado de la tierra continental, donde se ubica el maravilloso centro de Buenaventura, que huele a Chontaduro y Coco, que alguna de la buena arquitectura se encuentra a poco pasos del puerto de embarque y de lo que será el Malecón que se encuentra en construcción; parqueamos la moto mientras admirábamos la catedral, el edificio de la Registraduria y el maravilloso hotel Estación.
Puerto de Buenaventura
 En el muelle abordamos una lancha que nos llevaría a Piangüita un Eco parqué aproximadamente a treinta minutas de la ciudad, ubicado en todo el Litoral, en donde la comunidad negra de Bazán atienden a turistas, un lugar rico en fauna y flora, propia del pacifico, grandes palmeras, unas playas hermosas y una gastronomía única. 
Después de alejarnos de la palpitante ciudad, la chirimía y la marimba se toman las playas de Piangüita, un grupo musical ubicado en una de las cabañas rememora los grandes éxitos musicales del Pacifico, Peregoyo y su combo Vacana, Petronio Álvarez, Choquibtown, Justino García Socavón etc. Nos ubicamos en un pequeño hotel, con la arena hasta las rodillas nos colocamos la pinta playera para no desaprovechar el tiempo y poder sumergirnos en las calientes aguas del mar.
Piangüita

 La Flora y Fauna de Piangüita nos muestra animales exóticos y vegetación diferente de la que estamos acostumbrados a ver en la zona Andina, para almorzar visitamos un restaurante con vista al mar y pedimos pescado frito con una tostada, ese pescado con un sabor tan único que todavía puedo degustar en mi paladar acompañado de un caldo sustancioso, allí me acordaba yo del libro de German Patiño, que nos entregaba este como uno de los manjares predilectos en esta zona del país y sin duda puedo decir que es el mejor pescado que he probado en mi vida. 

 Las noches calurosas permiten sentarse en la playa a observar la vista del mar que se confunde con el firmamento, mientras jugamos con varios perros que deambulan en la playa, que están libres y contentos con ese paraíso para ellos solos, porque sin duda puedo escribir un libro completo y no me entenderían de lo hermoso que es el Pacifico hasta que no vayan allí, volveremos…
Mi compañera de aventuras

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