Era miércoles 18 de Marzo, ya han pasado cuatro meses y lo guardo en mi memoria, casi que inoportuno aborde mi moto para emprender un largo viaje por las carreteras de Colombia casi que una aventura a todos riesgos, partí solo hacia uno de los lugares mas áridos de Colombia, tenia que atravesar cuatro departamentos para llegar a aquel destino tan soñado, en mi moto AKT Flex la cual no era la ideal para este viaje, eran mas las ganas y el coraje para llegar, ese destino era el Desierto de la Tatacoa en el bello Huila.

La primera parada fue Guadalajara de Buga en donde existió el primer tropezón las ganas de volver a casa , pero ya había arrancado asì que cambie de destino hacia la ciudad de Pereira, seguí mi camino pero una adrenalina me decía que desviara mi camino que la Tatacoa era la cruz en el mapa, asì que me senté a pensar con un tinto amargo que compre en el Parador Blanco en Andalucia, cuando la sabia carretera cruza en mi la variante Pereira-Armenia en la Paila Valle del Cauca, el impulso me llevo a tomar camino hacia tierras Quindianas, el miedo se apodero de mi ser, pero con la idea de atravezar esta aventura, pare en un puesto de frutas preguntando el Camino, las luces titilantes de Armenia y el olor a Cafè me subieron los ánimos a proseguir mi camino, asì que llegue a la tierra del Poderoso Cacique Calarca.
Calarca fue mi siguiente parada llevaba cuatro horas de Camino y se vislumbraba una ruta mas difícil, quizás el camino mas abrumador de Colombia el Alto de la Linea, el objetivo ahora era atravesar este frió lugar para poder llegar al salir el alba a Ibague...
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